Hoy, Loles y yo hemos hecho una excursión por un precioso valle del pirineo francés: el valle de Eyne. Era un día caluroso, pero el sendero, que ya conocíamos de otras veces, ascendía por la ribera de un arroyo de montaña alternando bosques y praderas. Como sé muy poco de botánica, no soy capaz de decir los nombres de las flores y plantas que ofrecían el indescriptible espectáculo de colores y formas que cada primavera se acercan a ver los mejores especialistas.

Durante los tiempos de silencio exterior que permite toda excursión he estado dando vueltas a las vacaciones de verano. Y las he conectado con un método de pensamiento para el cambio y mejora de las organizaciones que, por otros motivos, estoy aprendiendo últimamente. Se trata, básicamente y en lo que es trasladable a la familia, de intentar empatizar con el usuario para, partiendo de ese conocimiento y conexión, rediseñar tu propia realidad y generar un nuevo modelo de negocio que sea más eficaz.

Partiendo de esta base, he pensado que mi familia era también una cierta organización, aunque quizás es más acertado decir que es una NONG: “No Organización No Gubernamental”. Y el verano no deja de ser una época especial en que la organización, a veces, no acaba de funcionar como a uno le gustaría.

Por ejemplo, como se habrá deducido, me encantan las excursiones, pero mis usuarios, es decir, mis hijos y sus amigos, no acaban de estar de acuerdo en que esta sea la mejor actividad familiar. Hace unos años bautizamos algunas excursiones familiares como EFOs, que quiere decir Excursión Familia Obligatoria, con el propósito de blindar al menos una o dos excursiones a la semana.

Este año voy a intentar aplicar a mi familia el método que estoy aprendiendo. Por si a alguien le sirve, voy a intentar seguir los siguientes pasos:

  • Definir entre todos el reto que tenemos por delante, que tendrá que ver con conseguir que todos (¡y todos incluye también a la madre!) en casa disfruten de las mejores vacaciones posibles según nuestra situación actual.
  • Historia: vamos a recordar entre todos qué hacíamos en las vacaciones anteriores, lo bueno y lo malo, lo ordenado y lo caótico.
  • Tendencias: vamos a investigar qué hace la gente en unas vacaciones en un sitio como el que estaremos nosotros: un valle del pirineo.
  • Empatía con los usuarios: vamos a hacer entrevistas a distintos niveles de usuarios. Por ejemplo: los mismos miembros de nuestra familia, que somos quienes conviviremos en las vacaciones (mis hijos, mi mujer y yo, mi padre); nuestros amigos; otras personas más lejanas que también tienen la gran suerte que tenemos nosotros de poder pasar un verano en familia. Aquí, el diseño de las preguntas es muy importante: ¿qué podemos hacer para que todos disfrutemos? ¿Y para que descanse mamá? ¿Y para que tus hermanas lo pasen muy bien un día? ¿Y a ti qué te gustaría?…
  • Redefinición del reto. En este punto revisaremos el reto, no sea que haya que completarlo o reorientarlo por alguna razón.
  • Ideación. Ya con toda esta información, haremos un brainstorming familiar e idearemos las mejores actividades para este verano y seleccionaremos las que quepan en los días AFO (Actividad Familiar Obligatoria), que jerarquizaremos por orden de los que generen mayor felicidad y unión familiar con menor coste y esfuerzo.
  • Prototipado. Como somos muchos (una de las ventajas de tener siete hijos y ya mayores), distribuiremos las actividades seleccionadas y los que tengan más talentos para ellas, las organizarán con el visto bueno de mi mujer y mío, que nuestra familia, como todas, sigue siendo una dictadura benevolente. Si podemos contrastarlas antes, lo haremos; si no hay prueba posible, nos lanzaremos a la experiencia.
  • Flexibilidad e improvisación. Naturalmente, tendremos en cuenta las mil sorpresas que la vida ofrece y que son la salsa de toda vacación que se precie, no vaya a suceder que nos pongamos nerviosos porque no sale bien lo que esperábamos, siendo conscientes de que la actividad es el medio y la familia el fin.

Como algunos de mis hijos/as habrán leído este post, lo más probable es que haya una revuelta seguida de una enmienda a la totalidad, pero no me importa, con lo bien que me lo he pasado diseñando estas prevacaciones ya he pregustado de alguna manera lo bien que nos lo vamos a pasar en familia, con o sin método de ‘design thinking’.

Javier Vidal-Quadras Trías de Bes

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