El domingo pasado me despedía con un “félix domingo” porque nuestro tercer nieto, Félix, estaba ya llamando a la puerta. Una semana después, ¡ya lo tenemos aquí!
Esto de tener nietos es agotador. Félix nos ha costado un poco y tiene una madre excepcional que, ya antes de nacer, le ha dado una muestra grande de amor al sobrellevar, con su sonrisa imborrable, un parto de ¡48 horas! Pero he de decir que también estoy orgulloso de mí mismo. Enseguida os cuento por qué. Antes, como Félix es hijo de Paloma, nuestra nuera, y de nuestro hijo Javi, he de poneros en antecedentes porque es nuestra primera experiencia de nieto de nuera.
Por daros una semblanza rápida y siguiendo un orden espiritual de virtudes, os diré que Paloma es una mujer buena, inteligente y guapa que un buen día nos hizo el inmerecido regalo de enamorarse de Javi. Hasta la fecha, solo he tenido una discrepancia seria con ella: yo quería que tuviera una niña y se llamara Guiomar, y ella, en cambio, ha tenido un niño y se llama Félix. No tiene mucha importancia porque esta misma discrepancia la he tenido antes con dos de mis hijas. Es ya un clásico en nuestra familia.
El caso es que, en el nacimiento de Félix, los demás abuelos me han dejado solo ante el peligro durante un día entero. El viernes por la mañana, Javi nos alertó con las contracciones de Paloma. Pero son irregulares, advirtió, como si esta aclaración incomprensible pudiera transmitir algo de paz. Loles estaba fuera todo el día por trabajo, en la feria del regalo de París, disfrutando de los 37 grados de temperatura que el viernes tenían en París entre corredores mal acondicionados. Y mis consuegros, Mónica y Juan, como Paloma, son de Coruña…, y resulta que estaban en Cádiz, también a más de mil kilómetros.
¿Y qué hago yo ahora, pensé, solo, sin poder compartir con ningún otro abuelo la espera y la toma de decisiones? Un abuelo tiene que estar concentrado en estos momentos. Es como el centinela que custodia el castillo cuando el señor no está. Para sentirme útil, se me ocurrió ofrecer a Javi irles a buscar en coche, pero me dio cuatro razones poderosas para no hacerlo: las contracciones son irregulares (¡qué manía!); la que las tiene es Paloma, no yo; tenemos coche; yo sé conducir.
Pero yo, inasequible al desaliento, le dije que me avisara con tiempo porque tenía que ir a casa, dejar la bici y coger el coche. Como no me llamaba, a mediodía, para compartir con alguien mi soledad, decidí llamar a Juan, el padre de Paloma, y me dijo, con disimulada tranquilidad, que él y Mónica estaban viniendo en coche y llegarían sobre las 9 de la noche. ¡Me quedaban cinco horas de soledad, sosteniendo yo solo la abuelitud geográfica!
De pronto, cuando ya esperaba la noticia del nacimiento, Javi mandó un mensaje que me descolocó: Paloma está intentando descansar un rato. A esas alturas y a la vista del desconcierto en mi espíritu, desistí de comprender la situación y me concentré en convencer a Félix para que esperara a los demás abuelos.
Pensé que para esta misión necesitaba a san Félix y me topé con una inesperada sorpresa: ¡Google arrojó 22 san Félix y 12 beatos Félix! Entre ellos, tres papas, cinco obispos y un buen puñado de mártires. ¡Debe de ser el nombre que han llevado más santos en la historia del cristianismo! Aunque nuestro Félix, de momento, a quien está haciendo santa es a su madre: ¡tardó aún 36 horas más en nacer! He de admitir que estos 129.600 segundos, vividos uno detrás de otro con intensidad, se han llevado mejor con Loles y los otros abuelos también velando armas. Bueno, y también va a hacer santo a su padre porque si algo quiere y cuida Javi en esta vida es a Paloma… y ahora, a Félix, ¡un trío ya inseparable!
En realidad, y ya fuera de bromas, estos momentos de vulnerabilidad humana compartida, cuando te encuentras con algo que te excede absolutamente como es la grandeza de un ser humano que lucha por ver la luz, son una gracia muy especial que une y cohesiona el matrimonio y anticipa la entrega incondicionada del amor materno y paterno. En estos momentos es cuando percibes sin necesidad de argumentos ni razonamientos que, desde siempre, el amor es para siempre.
¡Bienvenido, Félix! ¡Enhorabuena, Paloma y Javi! Y, ahora sí de verdad, ¡muy Félix domingo a todos!
Javier Vidal-Quadras Trías de Bes
👏👏👏👏👏🎊🎊🎊🎊🎊🏖🎉🎉🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
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😍😍😍
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Enternecedora esta retransmisión del nacimiento de Felix! Enhorabuena a todos y bienvenido chiquitín
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Muchas gracias, Marita!!
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Enhorabuena a toda la familia, Javier.
Sólo falta que Félix sea del «Depor»!
Un abrazo, Antonio.
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Muchas gracias, Antonio!! Todo es posible!
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Muchas Felixcidades!!!!
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Muchas gracias!!!
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Cómo me hizo reír tu aventura de abuelatria!! No cabe duda que esos momentos todo se nos viene encima pero siempre sale Dios ( y el ángel custodio del nieto) al encuentro! Gracias por compartir tu experiencia. Lo transmitimos a nuestro grupo de abuelos. Y felicidades a los padres y abuelos de Félix! Enhorabuena!!!
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Muchas gracias, Ana Mayra! Un abrazo a todos, abuelos, padres y nietos, en San Luis Potosí!!!
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