‘Purificar la memoria’ es una feliz expresión de Jutta Burggraf y un proceso fundamental para ser feliz. Una mala memoria puede ser una buena aliada de la felicidad, sobre todo si olvida lo negativo, cosa que no es fácil porque los sucesos negativos suelen tener más impacto que los positivos.
La memoria es una facultad humana en ciertos aspectos incontrolable. Con entrenamiento se puede incrementar la capacidad de recordar, pero mas difícil es mejorar la capacidad de olvidar. ¡Qué útil sería poder borrar de la memoria selectivamente aquello que nos hace daño, nos entristece, nos deprime, nos irrita o nos sulfura! Si no recordáramos las ofensas, no haría falta perdonar, no experimentaríamos sed de venganza; si olvidáramos nuestros grandes defectos, impotencias y debilidades, si se esfumaran las humillaciones del pasado, evitaríamos muchas de las pequeñas o grandes depresiones que nos acechan cada día.