• Personalmente
  • Fugazmente
  • Mentalmente
  • Editorialmente

Familiarmente

~ Ser y vivir en clave de familia

Familiarmente

Publicaciones de la categoría: Matrimonio

Ella se casó CONTIGO

29 domingo Mar 2020

Posted by javiervq in Matrimonio

≈ 6 comentarios

En el post anterior hablaba del marido ‘proveedor’. Proveer está bien, pero a muchos hombres les sucede que no han hecho antes un riguroso estudio de mercado y acaban proveyendo bienes que no responden a las solicitudes del mercado. En un mercado de consumidor único como es el matrimonio, esto es una desidia especialmente grave, porque hay estudios muy buenos de lo que este consumidor quiere.

Jeff Feldhahn, en su libro For Men Only, destaca, sobre todo, la necesidad de seguridad. Pero, aquí se produce muchas veces otra confusión, porque el marido suele identificar seguridad con bienestar material. Pero ¿realmente las mujeres valoran tanto la seguridad económica?

Sigue leyendo →

(Sin)razones femeninas

24 martes Mar 2020

Posted by javiervq in Matrimonio

≈ 2 comentarios

En los posts anteriores sobre la dinámica de la mente femenina he deslizado algunos consejos a los varones: escúchala, conquístala. Hoy quiero insistir en esto.

Recordaba también que hay un lugar común entre los hombres que consiste en pensar que las mujeres son ininteligibles.

Pero no basta con escuchar, querer y conquistar, hay que intentar entender porque hay siempre una razón detrás. El reto es descubrirla.

Has llegado a casa tarde, a la hora de cenar, contento porque has ganado el campeonato de pádel. Has comprado unas patatas por el camino y, al llegar, has propuesto hacer un aperitivo para poner un poco de alegría y camaradería familiar y rebajar la tensión de la semana de exámenes. Has notado que tu mujer no ha participado con mucha alegría. Te vas a la cama y notas que está mal… Le preguntas si le sucede algo y su respuesta es: “nada, nada, estoy bien”.

Sigue leyendo →

Otro sistema operativo

23 lunes Mar 2020

Posted by javiervq in Matrimonio

≈ 1 comentario

Bueno, vuelvo a la carga. Me he tomado el fin de semana de descanso, entre otras cosas, porque me he dedicado a grabar videos breves (menos de dos minutos) sobre comunicación matrimonial para aportar algunas ideas que nos ayuden en este tiempo de relación intensa (si alguien tiene interés, se irán subiendo a la lista de reproducción  del canal de youtube de la IFFD cuyo enlace inserto al final del post).

Una de las experiencias frecuentes que vivo en mi despacho es la diferente manera de afrontar algunas cuestiones que tenemos hombres y mujeres. No siempre ni todos, que, como ya he dicho, no somos arquetipos, sino personas.

Pero es bastante habitual que una compañera de despacho me plantee una duda que le asalta y pretenda que la resolvamos entre los dos sobre la marcha en una especie de brainstorming jurídico. El debate suele terminar siempre igual: conmigo pidiendo un poco de tiempo para pensar en el tema con el fin de volverlo a contrastar más adelante.

Cuando esto pasa en el matrimonio, la cosa se complica. La sobrecarga emocional que rodea la relación conyugal genera efectos indeseados. Cuando una pareja discute sobre cualquier cuestión y el hombre, desbordado por los datos y emociones, se va o pide un tiempo muerto, la mujer interpreta con frecuencia que está rehuyendo la realidad y lo puede considerar incluso una afrenta. ¿No nos dijeron en el curso de matrimonio que había que comunicar, especialmente en los desacuerdos y enfados?

Sigue leyendo →

Hacer de la necesidad virtud

15 domingo Mar 2020

Posted by javiervq in Matrimonio

≈ 2 comentarios

Como decía en mi anterior post, el coronavirus lo ha alterado todo y ha exigido replantear, durante las próximas dos semanas, muchas cosas; entre otras, este blog.

Es probable que, el primer día de cuarentena, en muchos matrimonios se haya producido una situación parecida a la que describo a continuación.

La mujer, que por lo general se maneja mejor en lo doméstico, ha presionado para hablar entre todos cuanto antes y dejar establecidas las pautas y reglas de convivencia, orden doméstico, distribución de espacios y de encargos, fijación de horarios, etc, al tiempo que ha coordinado su trabajo profesional desde casa y ha realizado las tareas propias de cualquier sábado.

El marido, algo ausente, como reconcentrado en sí mismo, dando la sensación de no comprender el grado de dificultad y complejidad que supone la organización de una insólita y desconocida cuarentena familiar, ha estado distante y más centrado en su trabajo profesional y en las noticias y criterios que iba a establecer el Gobierno en el Decreto de Alarma.

Sigue leyendo →

Gen-erosidad

09 domingo Feb 2020

Posted by javiervq in Hijos, Matrimonio

≈ 4 comentarios

En mi familia se suelen meter conmigo porque a veces extraigo conclusiones lógicas de determinados datos y las suelto como si fueran un conocimiento previo y contrastado que ya tuviera, en lugar de advertir que es una deducción que yo he hecho. Lo suelo hacer en especial con la etimología de las palabras. Algunas veces, pocas, acierto, y me da mucha satisfacción. El problema es que, cuando me equivoco, normalmente me olvido de decirlo y ahí queda, como una verdad compartida que no es tal. ¡Es lo que tiene la confianza!

Es lo que me sucedió mientras escuchaba las magníficas conferencias sobre masculinidad y feminidad que impartió este fin de semana Mariolina Ceriotti Migliarese en la jornada “Vivir en Familia” organizada por el Instituto de Estudios Superiores de la Familia de la UIC (Universitat Internacional de Catalunya).

La doctora Ceriotti dijo muchas cosas muy interesantes, la mayoría de ellas recogidas en sus libros sobre la mujer y el varón (“Erótica y Materna” y “Masculino, Fuerza, Eros, Ternura”), que aconsejo vivamente, pero hubo una que me llevó a descubrir la deliciosa etimología de la palabra “generosidad”.

Ser padre, dijo, no es lo mismo que ser papá. Uno deviene papá cuando se encuentra con el hijo en sus brazos, pero se hace padre cuando se encuentra con un proyecto de vida ajeno y decide integrarlo en el propio. Ser padre exige generosidad, reclama revisar y salir del propio proyecto vital para transformarlo y engrandecerlo con el de los hijos. Y, aunque la conferenciante se refería al padre varón, es predicable también de la mujer y del mismo matrimonio.

Y resulta que este es el origen de la palabra “generosidad”. Generoso es el que genera, el que engendra, y esta vez no me lo he inventado, lo he comprobado.

Engendrar, por lo tanto, en la raza humana, no equivale a generar un nuevo ejemplar de la especie, sino a revisar la propia trayectoria, renunciar a itinerarios que parecían inalterables, volver atrás para retomar un camino descartado, salir de uno mismo y centrarse en los demás, refundar la propia existencia.

Pero, claro, esto no se consigue por el mero hecho de engendrar a un hijo. Hace falta reflexión, entrenamiento y preparación remota. Sería una buena asignatura para completar los currículos académicos: la paternidad.

La doctora Ceriotti aconsejaba imaginar al hijo como el padre del futuro, lo que exige ayudarle a no estar egocentrado, recordarle que su vida no va sobre él mismo, explicarle que sus decisiones no pueden encerrarle en los límites de su propio interés, que su carrera profesional es solo relativamente importante y puede llegar a convertirse, como decía Carl Gustav Jung, en “una compensación barata a una personalidad deficiente”, que lo humano está siempre por encima de cualquier otra realidad.

Existe, en efecto, recordaba la conferenciante, una diferencia esencial en la relación que tienen con el hijo la mujer y el varón: el ligamen biológico, directo y fuerte, de la madre es indirecto y débil en el padre, que estrena su relación de paternidad casi de una manera cultural, aprendida y, a veces, más como una pérdida de exclusividad de su relación con la madre que como un enriquecimiento vital.

En el fondo, nada nuevo bajo el sol: a la transmisión de la vida siempre se la ha llamado generosidad, que es lo propio del amor. El reto consiste en introducir ese gen en la educación de nuestros hijos desde el primer momento. Y el primer paso, como siempre, es el ejemplo.

Javier Vidal-Quadras Trías de Bes

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Si no…

28 martes Ene 2020

Posted by javiervq in Matrimonio

≈ Deja un comentario

Si no te hubieras casado ni hubieras tenido tantos hijos; si no hubieras rechazado aquella promoción profesional que te obligaba a trabajar en exceso o a viajar demasiado y alejarte de tu familia; si no hubieras renunciado a tantos planes con tus amigos porque intuías que ella (él, ellos) te necesitaba cerca en esos momentos; si no hubieras cedido en tantas cosas y hubieras decidido más por ti mismo y no tanto con ella; si no hubieras puesto tantas defensas a tantas emociones y oportunidades que la vida te ofrecía porque en ellas no cabían todos los tuyos y tu corazón se dividía; si hubieras escuchado aquella insinuación que te ofrecía una nueva aventura con una persona distinta; si hubieras aprendido a poner en sordina los reclamos de tus ‘obligaciones’ familiares y hubieras pensado un poco más en ti mismo, como te susurraban tantas voces a tu alrededor; si no hubieras pronunciado ese «sí» definitivo…

Un “sí”, bien lo recuerdas, que te llevó a una tierra nueva donde no quisiste ser extranjero ni volver a ser el que eras antes de decidir que ya siempre serías de ella y con ella y para ella. Un «sí» que te movió a quemar las naves cuando llegaste a puerto en ese viaje definitivo de tu vida.

Pero ahora ves a tantos que conservaron su nave en el puerto, su propia y preciosa nave, tan suya, tan propia, tan seductora. Hicieron el mismo viaje que tú, pero fueron más… ¿precavidos?, ¿cautelosos?, ¿inseguros? Y no quemaron sus naves. Las conservaron y las mantuvieron en disposición de zarpar. Quisieron tener un anclaje a ellos mismos, a ellos solos. Y, como no la quemaron, «su» nave estuvo allí esperándoles, ofreciendo cada día una oportunidad de dejar de ser futuro y volver a ser pasado, de volver a ellos mismos y zarpar al horizonte, ellos solos o con otros nuevos navegantes, en busca de otros destinos, dejando en tierra cualquier rémora.

Fueron o se hicieron, sin quererlo y a veces sin saberlo, extranjeros en esa tierra nueva que inauguró el matrimonio, no quisieron o no supieron abonarla y, como «su» nave les esperaba, tentadora, evocadora, se subieron de nuevo a ellos mismos y llegaron lejos, muy lejos, tanto que, desde la tierra que abandonaban, aquellos que dejaron atrás apenas les podían reconocer en el horizonte de sus vidas.

Cada vida es un misterio que hay que contemplar con profundo respeto. Nadie que no sea Dios puede juzgar la vida de otro, sus motivaciones, sus dificultades, sus decisiones, sus trayectorias. Pero hoy quiero dirigirme a tantos y tantas que han apostado por un amor, un solo amor y sienten (¿quién está libre de él?) el insidioso susurro de una vida deslumbrante en una nave mágica arrullada por cautivadores cantos de sirena.

Aún estáis a tiempo de quemar las naves y amar sin red, sin vuelta atrás. Aún podéis volver a ser lo que queríais, lo que soñasteis un día, cuando pronunciasteis aquel «sí» que en vuestro corazón era para siempre. Cuando decidisteis vivir de verdad la única aventura que vale la pena, la de las emociones auténticas, la de la pasión sin término, la que es capaz de superar las peores borrascas, de agarrarse al timón sin descanso y hasta el límite de las fuerzas, desafiando las olas más violentas con la vista puesta solo en aquella o en aquel que invitasteis a bordo cuando el «sí» de la nueva vida soltó decididamente las amarras y desplegó las velas del viaje sin retorno.

Quemad las naves. Construid, si queréis, una nueva en la que puedan embarcar aquellos que vosotros, solo vosotros, decidisteis llevar o germinar en esa tierra nueva en que atracasteis hace diez, veinte, treinta años… Esta es la nave de vuestra vida. Aquella otra que un día olvidasteis quemar dejó de serlo el mismo día en que vosotros dejasteis de ser uno solo.

Javier Vidal-Quadras Trías de Bes

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Vivir en ti

25 sábado Ene 2020

Posted by javiervq in Familia y sociedad, Matrimonio

≈ 6 comentarios

Cuando iba a primaria, las monjas de mi cole premiaban la buena conducta con medallas de disciplina, de aplicación y de honor. En primero tuve la fortuna de ganar una medalla de honor y el premio consistía en una estatuilla de la Virgen. Las había de todos los tamaños. Unas brillaban en la noche, otras estaban llenas de agua bendita y otras estaban pintadas de vivos colores. Pero a mí me atrajo la atención una pequeñita, de plástico color marfil y, ante la sorpresa de la monja y la alegría del que escogía detrás de mí, la elegí.

Desde ese día fue mi virgen preferida y me acompañó incluso en mis años de olvido y menosprecio, cuando no la miraba ninguna noche o la arrinconaba en un cajón. Alrededor de mis treinta años, la perdí. Por suerte, poco tiempo antes de perderla, le hice una foto, la que reproduzco en este post, y pasó a compartir mi cartera con el DNI. Ahora, además, tiene un lugar seguro en la nube. A lo largo de los más de cincuenta años que han pasado desde que la elegí, ha habido temporadas, a veces largas, en que no la he atendido como debiera, pero siempre ha estado ahí. Ha sido, podríamos decir, la imagen de la Virgen María que ha quedado grabada en mi retina y que me viene espontáneamente a la memoria cuando pienso en ella.

Sigue leyendo →

Dos rombos

06 viernes Dic 2019

Posted by javiervq in Matrimonio

≈ 4 comentarios

Cuando yo era pequeño, las películas que no podían ver los niños se calificaban con dos rombos que aparecían en una de las esquinas superiores de la pantalla de la televisión. Entonces, los pequeños nos íbamos a la cama. Y todo lo que guardara la mínima relación con el sexo merecía enseguida esta calificación.

Estas últimas semanas me han invitado a dar un par de sesiones sobre matrimonio y sexualidad y, cuando las preparaba, di con una frase que me gustó mucho y, sin duda, hubiera merecido dos rombos en mi infancia: “a Dios le importa el placer de los esposos”.

El término placer evoca enseguida el goce sexual, aunque tiene un alcance mucho mayor. Nadie pondría en duda que a Dios le importe el placer espiritual, intelectual o, incluso, emocional de los esposos, pero… ¿también el sexual?

Sigue leyendo →

Abrir el paracaídas

15 viernes Nov 2019

Posted by javiervq in Espíritu, Matrimonio

≈ 2 comentarios

En el post pasado hablaba del vértigo ante la decisión de amar para siempre. Hoy quiero hablar del día después, el día siguiente a haber decidido entregar la vida.

En las últimas semanas he tenido la fortuna de asistir o seguir más o menos de cerca dos tomas de hábito, una decisión de entrar en el seminario, algunas bodas y varias invitaciones a futuros casamientos. También he vivido de cerca varios casos de voluntad decidida de salvar una relación en peligro. Con distintos matices, todas son decisiones de amor, de amor auténtico que no pone fecha de caducidad.

Y estoy muy contento porque veo que el amor para siempre tiene mucha más vitalidad de la que indican las estadísticas y los agoreros del amor.

En más de una ocasión he utilizado la imagen del salto en paracaídas como alegoría de la decisión de amar para siempre, pero me he detenido en la decisión de saltar. Si decides saltar, has tenido valor para hacerlo. Si no lo decides, no lo has tenido. No hay vuelta de hoja. Y yo sostengo que con la decisión de amar para siempre sucede algo parecido: si lo decides, puedes hacerlo; si no, difícilmente lo harás.

Sigue leyendo →

Media naranja

09 sábado Nov 2019

Posted by javiervq in Crecimiento personal, Matrimonio

≈ 6 comentarios

Las dos semanas pasadas he impartido, primero a jóvenes solteros y después a los padres de un colegio, una conferencia parecida sobre los fundamentos del amor, el noviazgo y el matrimonio, enfocada al amor para siempre, que es como yo lo concibo.

Entre que era tarde, el asunto es delicado y me extendí demasiado, no hubo preguntas al final, pero, después, en los corrillos que se iban formando cuando me venían a saludar algunos salieron temas interesantes.

Uno de ellos lo planteó una joven que se acercó con sus amigas, y venía a ser así: ¿cómo sé que él es el hombre de mi vida? Y añadió: si no tienes un sentimiento hacia él muy fuerte, pero estás bien con él, ¿cómo puedes estar segura de casarte con él?

Sigue leyendo →

← Entradas anteriores
Entradas recientes →

Entradas anteriores

Categorías

  • Crecimiento personal (30)
  • Espíritu (26)
  • Familia y sociedad (163)
  • Hijos (30)
  • Libros (2)
  • Matrimonio (63)
  • Uncategorized (15)

Comentarios recientes

Mª del Mar Alier Mil… en 1300
javiervq en Amar a la humanidad
Antonio Enríquez Gir… en Amar a la humanidad
javiervq en Amar a la humanidad
liliana margarita Po… en Amar a la humanidad

Blog de WordPress.com.

  • Seguir Siguiendo
    • Familiarmente
    • Únete a 1.339 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • Familiarmente
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...