Cuando, en la primera mitad del siglo XX, san Josemaría Escrivá hablaba de ‘vocación matrimonial’ y sugería a los casados que Dios les llamaba ‘por caminos de contemplación’ generó no poca incomprensión y desconcierto. Algunos hasta le tuvieron por hereje.
Como ya dije en posts anteriores, en los últimos meses me he dedicado a reflexionar acerca de aquella inspiración y a preguntarme si tuvo el oportuno desarrollo en el pensamiento de san Josemaría, que no se plasmó en la elucubración de un académico, sino en las palabras fuertes y en la coherencia de vida de un santo.
Dentro del estrecho margen que me deja mi intensa vida, he intentado reunir este pensamiento, trayéndolo desde las fuentes dispersas en que se encuentra, a fin de ofrecer a cualquier matrimonio que aspire a la santidad una propuesta abierta y universal de espiritualidad, que consiste, a fin de cuentas, en vivir en clave matrimonial el mismo y único espíritu que san Josemaría recibió el 2 de octubre de 1928, un carisma para todas las gentes y para todos los tiempos.
Bajo el título «De dos en Dios», el libro llega hoy a las librerías y a los portales de venta. Espero que pueda ayudar a entender algo mejor la propuesta de este santo sobre el matrimonio.
Muchas gracias y feliz semana.

Javier Vidal-Quadras Trias de Bes